El eterno dilema de qué fue primero, ¿el huevo o la gallina? surge también cuando hablamos de obesidad y problemas de tiroides. ¿Sabías que la obesidad puede afectar tu tiroides y viceversa? Aquí te explicaré cómo estos problemas se interrelacionan y qué puedes hacer al respecto.
¿Qué hace la tiroides en nuestro cuerpo?
La tiroides es una glándula situada en el cuello que controla toda la energía del cuerpo. Desde el crecimiento del pelo y las uñas hasta la respiración de las células, todo depende de las hormonas que produce esta glándula. Cuando la tiroides no funciona bien y produce pocas hormonas (hipotiroidismo), puede llevar incluso a que el corazón aumente de tamaño y cause problemas cardíacos serios.
La relación entre la obesidad y la tiroides
¿Te has preguntado alguna vez cómo la obesidad puede afectar la tiroides? Para entenderlo, primero debemos entender qué causa la obesidad. La obesidad generalmente se debe a dos factores principales:
- Exceso de glucosa (azúcar) en la sangre
- Exceso de insulina, la hormona que permite que la glucosa entre en las células
¿De dónde viene el exceso de glucosa?
El exceso de glucosa proviene principalmente de los carbohidratos refinados como pan, pasta, pizza, y dulces. Estos alimentos aumentan los niveles de glucosa en la sangre, lo que obliga al páncreas a producir más insulina.
¿Y qué pasa cuando hay exceso de insulina?
Cuando hay demasiada insulina, las células del cuerpo se llenan de insulina y dejan poco espacio para recibir otras hormonas, como las hormonas de la tiroides. Este desequilibrio hormonal puede llevar a una disminución en la función de la tiroides, causando hipotiroidismo.
¿Cómo afecta la dieta a la tiroides?
Las células del cuerpo tienen receptores que permiten la entrada de hormonas. Imagina que estos receptores son como puertas. Si todas las puertas están ocupadas por insulina, las hormonas de la tiroides no pueden entrar en las células para hacer su trabajo. Esto explica por qué una dieta alta en carbohidratos refinados puede llevar a problemas de tiroides.
¿Qué puedes hacer para mejorar?
Reducir la ingesta de carbohidratos refinados es un inicio excelente. Puedes seguir dietas como la “2 por 1” o la “3 por 1” y mantenerte hidratado. Estas estrategias ayudan a balancear el sistema hormonal y pueden llevar a una mejora significativa en la salud de tu tiroides.
Conclusión
No importa si fue primero el huevo o la gallina; lo importante es entender que la obesidad y los problemas de tiroides están estrechamente ligados. Haciendo cambios en tu dieta y estilo de vida, puedes mejorar significativamente tu salud y bienestar.
Recuerda, la verdad siempre triunfa. ¡Salud para todos!