Introducción
Durante décadas, nos han convencido de que para perder peso debemos contar calorías. Sin embargo, a pesar de 40 años de seguir esta práctica, la obesidad sigue siendo una epidemia global. ¿Por qué no estamos obteniendo los resultados deseados? Vamos a explorar por qué contar calorías puede no ser la respuesta que buscamos y qué alternativas más efectivas existen.
El Origen de la Teoría de las Calorías
Matizar las calorías como el factor determinante para la pérdida de peso proviene de una teoría que se basa en la forma en que las calderas antiguas funcionaban. Veamos de dónde viene:
La Caldera y el Carbón
Antiguamente, los trenes se movían usando vapor producido por calderas. Estas calderas funcionaban quemando carbón para calentar agua, creando vapor que movía los motores. De aquí viene la teoría: si le pones demasiado carbón a la caldera (demasiadas calorías al cuerpo), este se llena de grasa.
Una Teoría, no un Hecho
Es importante diferenciar entre teoría y hecho. La teoría de las calorías asume que todos ganan peso porque comen mucho, pero no se ha comprobado como un hecho. Existen numerosas personas que comen grandes cantidades y, sin embargo, no aumentan de peso.
¿Por Qué Contar Calorías No Funciona?
Metabolismo y Calorías
Consideremos el metabolismo. Si tienes problemas de tiroides, estreñimiento, deshidratación, estrés o mala digestión, tu metabolismo se ve afectado. Con un metabolismo afectado, tu cuerpo no utiliza las calorías de manera eficiente.
El Efecto Rebote
Cuando reduces drásticamente las calorías que consumes, tu cuerpo entra en modo supervivencia. Empieza a conservar energía reduciendo la función tiroidea, lo que a su vez reduce tu metabolismo. Cuando vuelves a comer de manera normal, tu cuerpo almacena más grasa, anticipando futuros periodos de hambruna.
La Manipulación del Mercado
El mercado nos vende la idea de alimentos bajos en calorías como la solución a la obesidad. Pero aquí hay un truco.
Ejemplo: Productos de 90 y 100 Calorías
Estos productos a menudo están llenos de carbohidratos. Por ejemplo, 18 gramos de carbohidratos pueden convertirse en glucosa, elevando los niveles de insulina y, finalmente, produciendo grasa. Así que aunque consumas solo 90 calorías, estas pueden terminar convirtiéndose en grasa corporal.
Alternativas Efectivas: Dieta 2×1 y 3×1
Una alternativa respaldada por resultados reales es la dieta 2×1 y 3×1, explicada en el libro del metabolismo.
¿En Qué Consisten Estas Dietas?
Estas dietas se basan en una proporción equilibrada de alimentos, con una mayor ingesta de vegetales y proteínas en lugar de contar calorías. Esta estrategia lleva a una mejor gestión del metabolismo y resultados sostenibles en la pérdida de peso.
Resultados Tangibles
Personas que han seguido estas dietas han logrado reducir varias tallas de ropa de manera duradera, algo que hace difícil discutir la efectividad de este enfoque.
Conclusión
Después de 40 años contando calorías sin éxito notable en la lucha contra la obesidad, es hora de reconsiderar esta estrategia. El enfoque debe centrarse en mejorar el metabolismo y elegir una dieta más equilibrada y nutritiva. Recuerda, la solución no está en las calorías, sino en la calidad de los alimentos y cómo los metabolizamos.
Y como siempre, la verdad siempre triunfa.