¿Alguna vez te has preguntado por qué en los días previos a tu menstruación sientes un deseo casi incontrolable de comer chocolates? No estás sola en esto. Muchos estudios han demostrado que hay una razón fisiológica detrás de esa necesidad de dulce. En este artículo, exploraremos a fondo cómo la menstruación y el síndrome premenstrual (PMS) influyen en tu ansia de chocolate y qué sucede en tu cuerpo durante este período.
¿Qué es el Síndrome Premenstrual?
El síndrome premenstrual, conocido en inglés como PMS (Pre-Menstrual Syndrome), es un conjunto de síntomas físicos y emocionales que muchas mujeres experimentan antes de la llegada de su menstruación. Estos síntomas pueden incluir cambios de humor, irritabilidad, sensibilidad, y en muchos casos, un deseo intenso de consumir chocolates o alimentos azucarados.
Estrógeno y Progesterona: Hormonas Clave
Durante la fase premenstrual, tu cuerpo experimenta un cambio significativo en los niveles de hormonas. El estrógeno, una hormona excitante, aumenta significativamente. Este aumento en estrógeno puede hacer que tus emociones estén “a flor de piel” y que te vuelvas más sensible al dolor. Por otro lado, la progesterona, que es calmante y antidepresiva, disminuye en esta fase.
Impacto del Estrógeno en la Percepción del Dolor
El aumento en los niveles de estrógeno no solo influye en tu estado emocional, sino también en tu percepción del dolor. El estrógeno elevado puede hacerte más receptiva al dolor, lo que explica por qué muchas mujeres experimentan malestar físico antes de la menstruación. En respuesta a este dolor, el cuerpo busca maneras de aliviarlo, y aquí es donde entra en juego el chocolate.
El Papel del Azúcar como Analgésico
Investigaciones han demostrado que el azúcar tiene propiedades analgésicas, es decir, puede ayudar a reducir el dolor. Un estudio realizado hace más de treinta años encontró que el consumo de azúcar puede incrementar la tolerancia al dolor en animales de laboratorio. Este hallazgo se ha transmitido a los humanos y sugiere que la ingesta de azúcar puede tener un efecto similar.
La Glándula Pineal y las Beta-Endorfinas
Aquí es donde las cosas se ponen interesantes. La glándula pineal, ubicada entre los dos ojos, es una “glándula maestra” que regula otras glándulas en el cuerpo. Cuando consumes azúcar o chocolate, esta glándula libera una sustancia llamada beta-endorfina. Las beta-endorfinas son compuestos naturales que actúan como calmantes, antidepresivos y analgésicos.
Beta-Endorfina: La Pariente de la Morfina
Las beta-endorfinas tienen una estructura y función similar a la morfina, una sustancia que se utiliza médicamente para aliviar el dolor. Estas endorfinas no solo te hacen sentir mejor emocionalmente, sino que también reducen la percepción de dolor. Sin embargo, hay un pequeño inconveniente: las beta-endorfinas son adictivas. Esto explica por qué, después de consumir chocolates, puedes sentir un deseo creciente de seguir comiéndolos.
Relación Entre Chocolate y Azúcar
El chocolate, tal como lo conocemos, no es naturalmente dulce. De hecho, el chocolate puro es amargo. Lo que realmente disfrutas cuando comes chocolate es el azúcar agregado. Es esta combinación de azúcar y chocolate la que impulsa la producción de beta-endorfinas, proporcionándote esa sensación de calma y bienestar.
Manejo del Deseo de Azúcar Durante el PMS
Comprender por qué anhelas el chocolate durante tu período premenstrual puede ayudarte a manejar mejor estos antojos. Aquí hay algunas estrategias que pueden ser útiles:
- Alimentación Balanceada: Mantén una dieta equilibrada rica en frutas, verduras y proteínas para evitar picos de azúcar en la sangre.
- Ejercicio Regular: El ejercicio puede ayudar a liberar endorfinas naturales que también funcionan como analgésicos.
- Crema de Progesterona: Consulta con un especialista sobre el uso de crema de progesterona para equilibrar tus niveles hormonales.
- Hidratación: Mantente bien hidratada para ayudar a tu cuerpo a funcionar de manera óptima.
Conclusión
Entender el ciclo hormonal de tu cuerpo y cómo afecta tus deseos alimenticios puede ser liberador. No solo te da una visión clara de por qué anhelas ciertos alimentos, sino que también te ofrece estrategias para manejar esos antojos de manera más efectiva. Al final del día, recordar que estos cambios son naturales y que tu cuerpo está actuando de forma inteligente puede brindarte paz mental. Recuerda siempre que, como decimos, “la verdad siempre triunfa”.